su calefacción en plena forma

El llenado del sistema de calefacción conforme a la norma es lo más importante

La capacidad del agua para absorber y transferir el calor la convierte en el medio ideal para el intercambio de calor. Pero cuidado: El agua potable del grifo no es la misma que se utiliza para llenar el sistema de calefacción, y viceversa. El agua del sistema de calefacción está en un ciclo constante y a menudo está contaminada con sustancias nocivas. Para evitar que estas sustancias lleguen al agua potable, es fundamental separar el agua de calefacción del agua potable. No está permitido el llenado directo desde la instalación de agua potable, por ejemplo, mediante una simple manguera.

Debe haber una seperación entre la calefacción y la red de agua potable

Según las normas DIN EN 1717 y DIN 1988-100, no se permite la conexión no protegida del circuito de calefacción a la red de agua potable. Para evitar que el agua contaminada retorne, el agua de calefacción debe estar separada de la instalación de agua potable por un dispositivo de seguridad aprobado. Con el accesorio de llenado HEIFI-FÜL PLUS de JUDO ofrecemos una solución que hace que el llenado y el rellenado no sólo sean seguros y conformes a las normas, sino también especialmente cómodos.

No es lo mismo agua potable que agua de calefacción

El agua potable no tratada sólo puede utilizarse como agua de relleno para calefacción de forma limitada. La vida útil de los generadores de agua caliente y de todo el sistema de calefacción está directamente influenciada por la calidad del agua de calefacción. Para crear las mejores condiciones, la planificación de un sistema de calefacción de agua caliente requiere un análisis del agua potable que se va a utilizar como agua de calefacción. En función de los resultados, el agua debe optimizarse con diferentes técnicas de tratamiento.

Las directrices protegen y previenen los daños

El tratamiento del agua de calefacción está regulado en la norma VDI 2035. La VDI 2035 es una directriz alemana con especificaciones técnicas para prevenir los daños relacionados con la formación de incrustaciones y la corrosión del lado del agua en los sistemas de calefacción por agua caliente. De acuerdo con esta directriz, es posible el llenado con agua tanto desmineralizada como sin desmineralizar. Las especificaciones del fabricante de la caldera también son decisivas para el tratamiento adecuado del agua de llenado y de reposición. El manual de instrucciones del fabricante de la caldera también especifica la dureza necesaria del agua de calefacción. Atención: El incumplimiento de las especificaciones puede suponer la pérdida de la garantía.

Tanto si se trata de ablandamiento como de desmineralización completa, JUDO tiene el sistema de llenado adecuado para cada tarea.

El agua de calefacción sólo debería transportar una cosa: Calor

El aire, el lodo, la arena y la magnetita son veneno para los sistemas de calefacción. Entre otras cosas, provocan un mayor consumo de energía, gorgoteos en los radiadores o daños en la caldera.

Filtración

En los circuitos cerrados, las impurezas, los depósitos de cal y los productos de corrosión se acumulan casi inevitablemente. Incluso en los sistemas nuevos, no se puede descartar por completo que entren partículas de suciedad en el sistema de calefacción. Por ejemplo, residuos de materiales de construcción o impurezas que se producen durante la instalación. Estos productos indeseables causan una gran variedad de problemas, desde la disminución de la potencia hasta el mal funcionamiento y el aumento del desgaste. Por ello, la directriz VDI 2035 exige la integración de un filtro en el circuito de calefacción. JUDO ofrece soluciones para la filtración del agua de calefacción que no sólo cumplen la norma, sino que también satisfacen las más altas exigencias: desde filtros de magnetita hasta filtros de lavado a contracorriente hidrodinámicamente optimizados.

Desgasificación

Tanto si se trata de sistemas de calefacción como de refrigeración o de procesos, independientemente de dónde se utilice el agua como medio de transferencia de calor o refrigerante, suele entrar en juego un factor perturbador: el aire. Incluso si los sistemas se planifican, instalan y operan con el mayor cuidado: ningún sistema es cien por cien hermético. Es prácticamente inevitable que el aire entre en un sistema. Sin embargo, nunca debe quedarse ahí. Esto se debe a que el oxígeno es altamente reactivo y forma compuestos con diversos materiales de las tuberías y componentes. El aire en el sistema de calefacción causa una serie de problemas, como el aumento de los costes energéticos, ruido, el desaireado y rellenado frecuentes, y el daño a las calderas y las tuberías debido a la corrosión.

Por lo tanto, para que un sistema de calefacción funcione de forma segura y eficiente a largo plazo, es esencial eliminar tanto el aire como las partículas sólidas del agua de calefacción. Aquí es precisamente donde entran nuestros productos.